El Pallars Sobirà, cuna de especias protegidas
El espacio entre los valles y las montañas del Pallars Sobirà, en los Pirineos, alberga una fauna fantástica que ha encontrado un lugar ideal para vivir en paz en un entorno de gran valor natural. Toda una serie de especies en peligro de extinción que han desaparecido en el resto de Cataluña sobreviven en muchos de los lugares aislados de estos valles del Alt Pirineo.
Las zonas de alta montaña son el territorio de la perdiz blanca, el armiño y el rebeco, las especies más representativas de los Pirineos. Durante un paseo por los bosques de la alta montaña, escucharás el pájaro carpintero perforando el tronco de un árbol, el continuo desfile de los urogallos para atraer a las hembras, o incluso el canto de la lechuza, que da un toque de misterio por la noche.
Al atardecer, los verdes prados se llenan de corzos, gamos y ciervos que salen de los espesos bosques a pastar la hierba en el crepúsculo. Mustelas y martas salen de su madriguera, los zorros se preparan para cazar las presas que habrá en el menú del día y los jabalíes recorren el suelo de los bosques en busca de las raíces más seductoras.
Las zonas más aisladas y alejadas de la alta montaña acogen los únicos osos pardos de Cataluña, en busca de cerezas, avellanas y miel, que les permitirán tomar reservas antes de la llegada del período de hibernación y letargo. La nieve lo ha cubierto todo. A medida que la nieve se funde, los abundantes ríos y estanques cristalinos comienzan a llenarse de truchas, mirlos de agua y nutrias huidizas ansiosas de ser vistos, mientras el cielo se salpica de buitres, quebrantahuesos y águilas que circulan en busca de comida.
¡Ven a disfrutar de la naturaleza salvaje en estado puro!
